El Código da Vinci

Hará una semana que he terminado el que ha sido uno de los libros que más me ha defraudado. Tanto que se ha hablado del Código da Vinci de Dan Brown y me ha parecido un libro muy bien vendido por su editorial, que lo ha colocado con su controvertido tema en cualquier tertulia sea cual fuere el tema.

Sin entrar en el argumento del libro, hay muchas cosas que fallan en él. El argumento es irrechazable que sea de best seller, pero quizá en otras manos, Reverte, Follett o quien fuera esto tendría más miga. La historia tal como está contada parece propia de un guión de cine, americano para más inri. Y lo digo por el hecho de que mientras vas leyendo cada una de sus casi 500 páginas te lo van dando todo mascado sin que pocas cosas puedas sacar por tu propia capacidad mental, que es una de las cosas que yo al menos más valoro a la hora de leer un libro de este tipo.

Otro de los temas que fallan, quizá el más importante es el tratamiento de los personajes. Quizá el de los protagonistas sí es el que se merecen, pero no así el de los secundarios. Pongamos como ejemplo de ello al comisario Fache que pasa de ser un malo muy malo a un ángelito de la caridad, el obispo Aringarosa, el presidente del banco de Zurich. Vamos, que hay muchos cambio sin que en realidad estén muy bien tratados y sincronizados.